Sirena

Fue una noche de 1943 cuando conocí ese poder sobrenatural que puede quedar oculto a los ojos de los mortales. Apenas escuchaba sonido alguno aquella fría noche en que cada marino permanecía inmutable a la espera de un ataque inminente. El holocausto se esparcía por toda Alemania y nosotros luchábamos por detenerlo. Nos hallábamos sobre el río Sena, entonces sucedió, estábamos en guerra, el agua se empezó a filtrar en los buques y el fragor invadió el ambiente parisino. Sin embargo, cada hombre se hundía lentamente junto conmigo en aquellas oscuras aguas, pero entonces sucedió lo impensable. Vi una luz a lo lejos, nadaba hacia a mí con una agilidad extraordinaria, era una criatura dotada de una belleza sobrenatural, era la encarnación de lujuria y fatalidad, envuelta en el más hermoso canto sobre la tierra invitando a los hombres a perderse en las dulces aguas del río. Fijo su mirada en mí y me tomó entre sus brazos, envolviéndome con sus rojizos cabellos, creí que me llevaba a la perdición, a las profundidades del Sena y por toda Francia.  Era una numantina sirena que reverberaba encanto en las aguas. Después, caí en la inconsciencia, creyendo que había muerto.

Al alba me encontré en las cercanías del Pont Neuf y solo voltee una última vez a ver esos ojos celestiales envueltos en impoluta esencia que me observaban desde la lejanía, a esa sirena que me había salvado. Después, no la volví a ver, ese día el mito se convirtió en realidad.

By Pandora